Ovejas Eléctricas
—Pues me alegra que me haga esa pregunta señorita.
Me gustaría viajar.
Viajar a lugares extraños y lejanos, donde se hablen lenguas de las que no nos hablan los libros.
Me gustaría conocer gente, no sólo cruzar palabras frías en rellanos y ascensores. Realmente conocer gente, escuchar sus historias, preguntarles su color o su comida favorita, su mejor recuerdo, dónde apuntarían las agujas de una brújula que indique los más profundos deseos del corazón si la sostuvieran en sus manos.
Me gustaría sentir que soy importante.
No importante para el mundo, importante para aquellos que lo son para mí.
Me gustaría que alguien entendiera todo esto...
—Señor, el servicio de asistencia técnica no es para esto—dijo la teleoperadora antes de colgar.
El androide quiso romper a llorar.
Pero no supo cómo.
Agnes Hightopp
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