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Mostrando entradas de julio, 2012

La torre y la rosa

Su luz dejando una estela va guiando en el camino a todo barco perdido en mitad de la marea. La rosa señala al norte donde rompen entre las rocas las fieras y grandes olas, y en mitad el pequeño bote. Atrapado en la tormenta, entre el embate de las olas va siguiendo trayectorias que cada ola nueva inventa. A popa el inmenso mar, a estribor y a babor la niebla, a proa la barrera de piedra que le impedía continuar. Pero un destello en cielo abierto que sobre las nubes guiaba llevó al barco que faenaba hasta tierra firme en puerto. ( Esto lo escribí hace un par de años en una libreta que encontré hace poco, habla sobre la torre de Hércules y la rosa de los vientos de A coruña) Agnes Hightopp

Microcuento "El loco"

Hace un tiempo, unas semanas antes de escribir "Diario de una mirada" para un concurso del colegio nos leyeron esto en clase, es asombroso como con tan pocas palabras puedes llegar tanto a la gente...simplemente maravilloso: EL LOCO Dejó atrás todo, y ahora hace esculturas extrañas que vende a turistas despistados, y aprende trucos de magia que jamás muestra a nadie. Cree tener cosas que contar, reflexiones nunca dichas, nunca escritas, pero nadie quiere oírlo, ni a él le gusta hablar con gente. Antes, cuando era contable, cada día se parecía a otro día, y soñaba con vivir así, pero sin latas de comida y sin frío. Ahora es libre, o algo parecido, y no tiene que explicarse ante nadie, y come cuando quiere y hace lo que quiere. Pero, incluso ahora, cada día es igual al anterior. Jordi Cebrián

Diario de una mirada

Diario de una mirada  He visto correr el tiempo y ante mí han pasado ciudades, puertos, mares, extraños lugares, curiosas personas...He visto cambiar la historia y con ella las costumbres de la gente; he oído mil lenguas diferentes y conocido innumerables culturas. Me han secuestrado, protegido y cuidado.  Desde hace un tiempo veo pasar cada día ante mí miles de personas de toda clase de etnias, colores y culturas. Se acercan a mí y se quedan mirándome a los ojos, casi parece que analizando mi rostro, e incluso a veces, mis manos y mi cuerpo. Mujeres, hombres, niños de todas las edades han pasado ante mí como hipnotizados, sosteniéndome la mirada enigmáticamente.A veces no puedo evitar esbozar una leve sonrisa ante la imagen de alguien un poco diferente, un poco particular... La mayoría de la gente simplemente se queda callada, en silencio, en ocasiones parece que aguantando la respiración, como si temieran alterar cualquier detalle de ese frágil instante. Mi color

A costa da morte

A Costa Da Morte Querido nieto: Se que quizás  sea demasiado tarde cuando leas esto, y lo más probable es que yo ya no esté aquí. Siento no haber podido estar ahí, para verte crecer, contarte historias y comportarme como un buen abuelo; pero por aquel entonces yo no sabía todo lo que he descubierto ahora. Te cuento esta historia con la esperanza de que me comprendas y no cometas los mismos errores que yo. Corría el año 1928; yo vivía con mi padre en el faro de Finisterre, en Galicia. El oficio familiar era el de farero y el siguió con la tradicción. He de reconocer que yo no tenía muchos amigos, pero fueron precisamente los momentos de soledad los que me llevaron a tomar la decisión que cambiaría mi vida. Mi padre me explicó, cuando ya era algo más mayor, que mi madre se había ido cuándo yo era muy pequeño, por causas que todavía, a día de hoy, desconozco. Me pasaba el día sentado en el acantilado, observando a los grandes bacaladeros y a los pequeños pesqueros llegar al