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Mostrando entradas de 2014

The sound of silence

Alrededor del fuego, las bocas callando, hablando sólo los corazones a través de la mirada. Afuera la gran ciudad, dentro sintiéndose milenios atrás. Sin el anhelo de nada más que la compañía y el silencio Sólo con la tenue luz y el calor y el sonido. Latiendo en sintonía al silencio en la melodía...escuchando sólo...el sonido del silencio. Agnes Hightopp

...a primera vista

...a primera vista Estaba sentada en la parada del bus, y entonces lo vio acercarse. Era alto, delgado, con pelo castaño, ojos color ámbar...vestía con vaqueros y zapatillas deportivas y llevaba una vieja mochila llena de dibujos hechos a boli. Ante la vista del resto era un chico de lo más normal, pero no para ella, para ella era perfecto. Estaba asombrada, algo incrédula en un principio; había leído mucho acerca de ello, e incluso lo había visto en alguna película o serie de televisión, pero nunca creyó que fuera posible sentir algo tan fuerte, una emoción tan sobrecogedora. Desde ese momento supo que su vida había cambiado para siempre, y en cuanto él la miró, su destino quedó sellado…como el de un ciervo que, creyéndose libre, es guiado hasta la trampa. Iba a ser él...su primera víctima, y en ese instante empezó la cacería. Agnes Hightopp

One Way Road

One Way Road ¿Qué no darías por volver a escuchar por primera vez tu canción favorita? ¿Por volver a ver, por primera vez, esa película? ¿Por conocer de nuevo a esa persona? ¿Por verlo todo como lo hacíamos cuando éramos más pequeños, por recuperar la inocencia en la mirada? ¿Qué no darías por volver a vivir cada momento que tiene un lugar especial en tu memoria, pero esta vez sabiendo la importancia que este tendrá? Pero, ¿Acaso seguiría siendo esa tu canción favorita, acaso pensarías lo mismo de esa película? ¿No perderías, acaso, todo lo vivido? ¿Todo lo aprendido? ¿No dejaría ese momento perfecto de ser realmente perfecto por la presión que infunde el saber la importancia que tendrá luego? ¿No nos decepcionaría el saber que nada es realmente como lo recordábamos? ¿Que nada será en realidad aquello que en ese momento pensábamos? ¿Se perdería la perfección de aquellos momentos y cosas únicas por el hecho de dejar de serlo? Agnes Hightopp

Isis & The Momster

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Puede que otra faceta mía algo menos conocida sea la pasión por la música. Y aunque no sea mi objetivo profesional sí he dedicado muchas horas a aprender a tocar la guitarra acústica (y alguna canción a piano). Y como no podía ser de otro modo, he contado con la maravillosa colaboración de Patricia F. Goberna (también conocida como mi madre) que tiene bastante experiencia en este campo. Pues con la sincera esperanza de que sea, nunca mejor dicho, música para vuestros oídos, os dejo los dos vídeos que he subido por ahora. Aloha, Isis. Radioactive - Imagine Dragons The A Team - Ed Sheeran

Pinceladas

Pinceladas Se levantó, se sentó en la mesa y encendió la luz.  Comenzó entonces a imaginar las sombras de los edificios que antes había dibujado, causadas por el sol de la mañana, y trazó sobre ellos tonos rosados y amarillos. Y entre las calles empezó a perfilar pequeñas figuras que iban y venían, que se saludaban... Entonces algo tropezó en su mesa y el vaso de agua cayó sobre el dibujo distorsionando las líneas, emborronando los colores y cubriéndolo todo de una atmósfera gris y húmeda. Entonces imaginó el viento sobre todo aquello y con pinceladas suaves fue creando formas en el cielo del dibujo, y algunas las perfiló sutilmente de rojo, reflejos del sol que se ocultaba por el horizonte; y cubrió los espacios en blanco con distintos tonos de azul, y sobre los más oscuros dibujó unos casi imperceptibles puntitos blancos. Y borró a la gente de las calles, y dibujó luces en los edificios, y encendió de naranja las farolas de esa, su ciudad. Satisfecho sonrió y apagó la lu

6.724.800 minutos

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13 años, 4.670 días, 6.724.800 minutos. Este es el tiempo que ha pasado desde que pisé por primera vez el Colegio Claret, hasta el último día que caminé como alumna por él. 11 de Septiembre de 2001 Recuerdo como si hubiera sido ayer aquel primer día, los llantos al separarme de mi madre, la habitación con caras desconocidas, cómo se me pasó la rabieta cuando descubrí la cantidad de juguetes que había al fondo de la clase...recuerdo el Babi gris de cuadros azules con el escudo, mi mochila con ruedas de Mickey Mouse. Recuerdo la inocencia de todo aquello como el sabor de un viejo caramelo que simplemente dejaron de fabricar. (también recuerdo estar en brazos de mi madre, en casa de mis abuelos, y ver a mi tío entrar corriendo en el salón, encender el televisor y ver las imágenes de dos enormes torres derrumbándose en mitad de una nube de humo). 25 de Junio de 2014 Las clases ya habían terminado, voy al colegio a recoger mis notas finales, con mi madre, como aquel primer día. Me

Se abre el telón...

Suenan tres timbres. Se apagan las luces. Se abre el telón. Prólogo: Mucha gente, caras nuevas, rostros familiares y sólo un puñado de ojos amigos. Se escuchan comentarios, casi todos hablan en las butacas. Entonces una figura sale al escenario y se sienta en el borde. Las conversaciones se apagan. Tras un improvisado y emotivo discurso todos salimos del salón, con nuevas sensaciones y el deseo de volverlas a sentir. Acto I: Ya no hay tanta gente, pero estamos los que queremos estar. Poco a poco todos pasan de ser desconocidos a ser compañeros y amigos. La vergüenza inicial da paso a las risas y las bromas. Se forjan buenas amistades y las ya existentes se fortalecen...somos parte de algo genial. Tras el estreno todos tenemos una enorme sonrisa en el rostro, aunque tras ella se esconde una pizca de tristeza, como siempre que algo bueno termina. No hay despedidas, sabemos que nos volveremos a ver. Acto II: Más gente nueva (o por lo menos desconocida). Más trabajo y a un

Monsters

“ Worst kind of monsters don’t dwell in the dark corner of our room, holding breath under our beds or hiding behind the closed door at the end of the hallway…..but in the darkest places of our minds, whispering us to look outside for monsters. ” Agnes Hightopp

Sudor Helado

                  Sudor Helado Primero oscuridad. Un terror nocturno, incontrolable, casi infantil invade tu mente. Entonces un fogonazo, por fin empiezas a respirar. Tus ojos se acostumbran a la luz. Se dibuja ante ti una estampa ya conocida. Un lago, ese lago. El muelle, la caseta, los árboles. Miras hacia arriba, cielo encapotado, olor a madera podrida, sensación de humedad. Oyes pasos a lo lejos, y risas de niños, ellos juegan. Un sonido irrumpe en escena, atronador, seco, sordo...de pronto silencio. Unas botas hacen crujir la gravilla del terreno. Entonces otras pisadas suenan, aceleradas, en tu dirección, hacia el muelle. Intentas girarte pero tus músculos no responden. Estás inmóvil, petrificado; quieres correr, gritar...sólo tus ojos se mueven descontrolados, como poseídos, en el interior de tus cuencas. El niño sigue corriendo, tu mente te dice que le detengas, que le salves...pero no puedes hacer nada. Otro sonido seco similar al anterior. Otro fogonazo, esta vez a cámara l

Polvo de estrellas

Polvo de estrellas Y entonces, en este punto te detienes. Miras a tu alrededor y lo ves todo más claro que nunca. Y piensas en la infinidad de pequeñas acciones prácticamente imposibles, completamente improbables, que han tenido que suceder desde la creación del universo, para que estés, aquí, ahora, para que seas como eres, para que puedas pensar en todo esto. Y te preguntas a qué lugar van los recuerdos cuando son olvidados, a dónde las chispas de ilusión casi imperceptibles que se ven en los ojos de los hombres cuando estos, por un segundo, se tienen por nuevamente niños. Y entiendes todas aquellas frases recogidas en libros de poesía y de filosofía que intentan, vanamente, dar sentido a nuestra existencia. Y miras al cielo con los ojos cerrados, y trazas ondas con tu brazo extendido sobre el aire, y dejas que el viento acaricie tu rostro, trayendo consigo una oleada de momentos felices vividos, que pasan ante tí como una estrella fugaz, haciéndote sonreir una vez más. Y los ab

Estrellas

En aquel lugar no había mucho que hacer, y los niños pasaban la mayoría de las horas de los seis meses de invierno observando las estrellas. Ninguno sabía de donde venían, pero los mayores les habían contado que desde el inicio de los tiempos, todos los sueños rotos y las esperanzas perdidas de los hombres, escapaban de sus cuerpos y yacían en la oscura inmensidad del cielo, en forma de cenizas. Y que esas cenizas se juntaban y creaban pequeñas esferas. Y que cuando el sol salía por fin por el horizonte, dando luz y calor, las esferas estallaban en llamas, desvaneciéndose así todos los sueños rotos y todas las esperanzas perdidas, para dar paso a brillantes puntos de luz que, en ausencia del sol, guiaban a los hombres hacia nuevos sueños y nuevas esperanzas. No sabían si aquellas historias eran ciertas, pero era bonito pensarlo, y mirar hacia arriba, a los puntos de luz, y dejarse guiar de vez en cuando por los sueños. Agnes Hightopp

Keiki Nalu - Capítulo I

Keiki Nalu Capítulo I —¿Puede haber algo más bonito que las luces de un amanecer reflejadas en el mar? Desde luego no en este momento...despertarse con un pensamiento así debe ser una buena señal— pensó Kai. Se vistió rápidamente, metió los libros en la mochila, se preparó un café (muy necesario) e hizo un intento por arreglar a medias su desaliñado pelo. Y con el long  debajo del brazo salió de casa. Segunda semana de clase en el nuevo instituto y todavía no había hablado con nadie mas que para pedir los deberes y decir su nombre. Por lo menos el trayecto merecía la pena, el instituto quedaba a apenas diez minutos (en longboard) de su casa, si  bajaba por la carretera paralela a la playa; desierta a esas horas de la mañana. Además, era el momento perfecto para saber si por la tarde el mar daría buen oleaje. —¡Ring!— sonó el timbre para entrar en clase. Les tocaba tutoría, y el profesor pidió que los alumnos nuevos se presentaran ante el resto de sus compañeros.

La huelga de la muerte

Esto es algo que me mandaron escribir el otro día para la clase de Cultura Clásica, teníamos que inventar una historia sobre lo que pasaría si la muerte decidiera que iba a dejar de morir gente, ¿Curioso tema verdad? Espero que os guste mi visión. La huelga de la muerte Algo pasaba en aquellos días, algo inusual. A pesar de las miles de noticias impactantes que circulaban por el mundo, aquella mañana una se llevó la palma; en los titulares de todo el mundo podía leerse: "Desde hace 24 horas ha dejado de morir gente." —Vaya — pensó —, parece ser que con tanta crisis han recortado hasta el derecho a la muerte... Al principio eran  muchos los que alababan tal acontecimiento, pero todo empezó a descontrolarse...Los hospitales se desbordaron y colapsaron, al no sufrir ninguna baja no podían admitir a más pacientes, lo que provocó que cientos de enfermos sin atender empezaran a deambular por las calles en busca de ayuda. Pronto se produjeron gravísimas pand