Liberté, égalité, fraternité

En tiempos como los que corren no puedo evitar recordar todas esas revoluciones que cambiaron la historia, y a veces incluso plantearme si no nos vendía mal algo de eso ahora mismo.
De esos pensamientos (en colaboración con haber escuchado mucho Viva la vida de Coldplay y haber visto Los miserables) se me ocurrió esto.


Liberté, égalité, fraternité
Rápida, potente, cegadora, fugaz; como un relámpago la idea cruzó su mente, un atisbo de esperanza tras años de desmedida represión sobre el pueblo, algo que ni el nuevo rey ni las falsas promesas proclamadas por este le habían producido. Quizás fue una gota imperceptible lo que colmó el vaso, quizás fue el sonido de los tambores lo que despertó a la bestia; pero lo que está claro es que aquel pequeño rayo desató la tormenta...un pueblo decidido a luchar contra la injusticia y unido bajo una sola palabra: REVOLUCIÓN.
Aparentemente en ese momento nada había cambiado...aparentemente, porque un nuevo fulgor apareció en sus ojos y nadie fue capaz de ver que tras esa suave brisa ya había señales que predecían el huracán.


Agnes Hightopp

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