Armadura abierta y el corazón por bandera

Me pongo en primera línea y tiro las armas al suelo. Bajo del caballo y me despojo de mi armadura. Me lanzo en línea recta hasta sentir que vuelo. Y solo espero que el de enfrente corra hacia mí para abrazarme y no para matarme.

Ya no tengo tanto miedo a mostrarme vulnerable y llevar mi corazón por bandera. Y así al menos, si me hieren fatalmente, recordaré que decidí seguir creyendo en los finales felices hasta que la punta de la lanza atravesó mi pecho.

Agnes Hightopp

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