Flood

Es complicado. Y duele. Y no debería. Y cuando no duele se apaga. Y duele más. Y tampoco debería. Y si me miras nos deseo y creo ver en tus ojos el mismo fuego que en los míos. Pero cuando no lo haces te imagino y tu chispa ha desaparecido. Y solo quiero que me abraces, y que no sepas cuánto quiero que lo hagas. Y siento que te da igual y entonces solo espero quererme lo suficientemente para no volver corriendo. Y no quedarme otra vez sin respuesta al decirte cuánto, jodidamente cuánto te echo de menos. 
Y también la echo de menos a ella (a la de entonces) porque por lo visto mi cabeza y mi corazón se niegan a funcionar por separado y cuando recuerdo un dónde y cuándo, mis latidos recuerdan con detalle cuánto, jodidamente cuánto llegué a quererla, cuánto, jodidamente cuánto de feliz llegué a ser a su lado. Y la Rue de Levis, y el Carrousel, y el Louvre. Y Montmartre, y la torre Eiffel, y Londres y su cuarto. Y la piscina, y Amarok, y las pizzas con nachos, y los musicales, y sus rizos, y tenerla en mis brazos. Y la luna a través de su ventana, y los planetas pintados en mi brazo. Y el dolor en pecho, y el dolor en el pecho, y el dolor en el pecho, y cuando todos y cada uno de los recuerdos se tiñeron de permanente amargo.
Y todo me da miedo, y todos somos niños asustados. Y el tiempo corre y corre y no quiero sentarme sola a observarlo. Y nadie sabe lo que hace, pero muchos parecen ignorarlo. Y mis manos están cargadas de caricias, y mi boca de besos y versos. Y buscan alguien que sepa cuidarlos. Y todo cambia y viene y va, pero nadie quiere reclamarlos.
Y me siento sola, y no lo estoy. Pero en esta escena el dolor está sobresaturado.Y no sé si los inviernos son más fríos o es que nadie duerme a mi lado.

Y la felicidad solo tiene sentido compartida, pero no dependas de nadie. Y no seas un lobo solitario, pero antes muerto que vulnerable. Y los trenes circulan vacíos y nadie se mira a los ojos por la calle. Y nada tiene puto sentido. No para mí, no en este instante.
Y me he cargado mis buenos hábitos y me he perdido más al intentar encontrarme. Y he vuelto a chillarle al vacío y de nuevo solo el eco se ha dignado contestarme. Y me acuesto con buenas intenciones. Y todas han huido al despertarme.
Y todos morimos algún día y no quiero arrepentirme de nada, ni de nadie. Y no quiero arrepentirme de mí, antes prefiero olvidar-me. Y no quiero llenar mi lápida de notas imaginadas que jamás tocaron mis manos, que jamás pintaron el aire.

Y sin querer he abierto una escotilla y una ola de palabras me ha inundado. Y al menos aún tengo fuerzas para cerrarla (aunque no tiene candado). Antes de que este barco acabe hundiéndose a la deriva. Sin rumbo. Sin patrón. Al fondo abisal condenado.

Y callo.
Y pienso.
Y escucho.
Escucho al silencio cansado.

Y creo que yo solo quería decir "te quiero". 
Pero no sé si a tí o mí.
No lo tenía apuntado.
Si lo sabes dímelo, quizás pasé algo por alto.
Y si no dices nada también tendré mi respuesta. 
Solo espero no olvidarlo.



Agnes Hightopp

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