Representación Cultural

La hoja de papel yacía triste y apática sobre el frío escritorio.
No había oído hablar de árboles ni bosques.
No sabía lo que eran las cartas de amor, ni los indultos y no era ni remotamente capaz de imaginar una biblioteca.
Desconocía que podía volar si adquiría la forma correcta, o que podía transformarse en una elegante rosa blanca, o un poderoso dragón.
Jamás había visto nada de esto.
¿Cómo iba a saber entonces que podía llegar a ser algo más que una hoja de papel que yace triste y apática sobre un frío escritorio?



Agness Hightopp

Comentarios

Entradas populares de este blog

El abrazo del Otoño

La Maldición del Caballero Azul

Carta a un profesor de literatura sobre la poesía